Que soy muy de acostumbrarme pero eso de estar sin ti no acabo de llevarlo muy a mi favor.
Supongo que es cuestión de idas y venidas, que aqui en esta noria que llaman vida unos subimos y otros bajan, cada uno en un lugar, y cada uno con su porqué, porques que nunca entenderemos y que a veces giran mas rapido de lo esperado y nos desconciertan, nos arrastran, nos paran. Y de acuerdo, pero los diciembres son mas fríos y los eneros mas sombríos si los pasajeros de mi vagón ya no están conmigo. Entender no es adecuado, aceptar es limitado. Limites que nos hacen desesperar y perder la paciencia, impaciencia de no querer acostumbrarse a la ausencia de tu sonrisa, de tus palabras, de tus abrazos, de tus mirada, ausencia de ti. Un huequito en mi. Y gracias, pero hay momentos que no me sirve que me mires desde el cielo porque quiero repetirte muy cerquita que te quiero. Y amor, es poco para todo lo que siento y que ni meses ni años te van a sacar de mi pensamiento. Quisiera pedirte que te montes de nuevo, que la noria sigue girando y no me sirve otro pasajero.