29 abril 2016

Perder el norte.

O ganar el sur, lo que uno prefiera.

Al final son simples expresiones que a veces nos tomamos al pie de la letra, y es que perder el norte no siempre es algo negativo, primero porque se encuentran nuevas direcciones diferentes a las normales y segundo porque a veces hay que perderse para encontrarse de nuevo, para retomar el camino con más fuerza, más ganas, más coraje, más ilusión. Y acabas entendiendo que la vida se basa en esas pequeñas cosas de la vida, en caerse, levantarse, en aceptar que los días grises son parte del decorado y aprender posteriormente a colorearlos.

No te pares, atrévete a perderte, atrévete a sentir, que lo bueno llega, que lo malo pasa, que lo que se quiere se consigue y que la vida siempre sigue, .. sigue caminando, sigue soñando y cumple todo aquello que te propongas, desvíate si hace falta pero céntrate en tu camino y no te rindas, nunca.