03 diciembre 2015

Cuesta arriba.

Digamos que hay cosas que sé de sobra, o que creo que sé, y sin embargo a la hora de llevarlas a la práctica se me hacen muy cuesta arriba.. Ojalá fuera tan fácil olvidar como soplar una vela, borrar todos los recuerdos en un abrir y cerrar de ojos, no recordar lo que fuiste ni lo que te hubiera gustado que hubiera sido...
¿Y por qué? ¿Cuantas veces hay que preguntarse por qué para llegar a entender y asumir que hay ciertas cosas que no encajan y que es cuestión de tiempo? ¿Cuantas veces tengo que pararme a respirar y a borrar los sueños que tenía dentro? ¿Cuánto y cómo hay que luchar contra los sentimientos? ¿Cuándo y cómo estamos hablando de amor, cariño o ilusión? Tanto miedo de que en ocasiones no pueda sacar mi sonrisa, de estancarme, de no valorarme.. Y sé que no hay fuerzas que me falten si no tiempo que dedicarme.. Sé que no hay batallas perdidas porque siempre habrá una manera de ganar, aunque a veces sea perdiendo.
Pero creo que a veces hay que asumir que hay ciertas cosas y personas que nos paran y nos debilitan.

Dime por qué y cuánto más se va a seguir haciendo tan cuesta arriba que mientras tanto yo sigo con mi sonrisa y mis fuerzas cada día.

01 diciembre 2015

Easy. ?

Es muy sencillo hablar del querer, del amor y de todas esas mierdas. Pero a la hora de demostrar, de cuidar, de valorar parece que pasa a ser algo mas complicado. Dejando a un lado la concepción que tiene cada uno de querer, que vienen a ser bastantes ambiguas y diferentes, creo que por lo general todos queremos que nos cuiden, nos mimen y nos valoren, sin embargo hay veces que no damos lo que pedimos, y entonces? Egoísmo, así lo llamo yo. Egoísmo de no dar y pedir,  más y más. De que a la mínima que algo no gusta entonces se abandona sin luchar, o a la mínima que la otra persona se cansa de dar y dar sin recibir entonces empiezan las cosas a cambiar, por supuesto momentáneamente, porque siempre al final vuelve a ser lo mismo. HARTA de palabritas que no sirven para nada, de escuchar tantas tonterías y luego no ver nada. Porque hay que quererse, mucho, pero también hay que saber querer y querer bien. Eso es lo difícil, el querer bien, el saber que la persona que tienes al lado un día se puede ir por tu actitud, en saber que hay cosas que hacemos mal y que hay que mejorar y a veces cambiar por el bien de uno mismo, aunque otras veces queda entender que de donde no hay no se puede sacar. . .