Vivir.

Nunca es fácil lanzarse a una aventura, coger una maleta y dejar atrás todo lo que te ha acompañado a lo largo de toda tu vida, intentando no mirar atrás para no pensar más de lo adecuado en sí estás tomando una buena decisión o no. Nadie dijo que fuera fácil pero todo lo bueno empieza con un poco de miedo, con un poco de indecisión y muchas ideas que rondan en tu mente, muchos quizás, tal vez y diversos pensamientos sobre lo que pasará. Pero la vida es un hoy, un ahora y un presente; lo que viene después solo va llegando ligado a lo que hagamos en el presente y somos responsables de ello, lo que llega es lo que tiene que llegar aunque a veces creamos que no es así; permitámonos equivocarnos un poco que la vida también se basa en decisiones erróneas que van acompañadas posteriormente de casualidades puestas en nuestra vida convirtiéndose en lo mejor que nos podría pasar, porque no hay más explicación ni mejor manera de aceptar la vida que coger todo aquello que nos pasa y darle todas las vueltas necesarias hasta encontrar la parte positiva de ella, porque la hay, aunque a veces no la veamos, aunque a veces nuestra vista se ciegue y no alcancemos a razonar lo suficiente y aunque el día este demasiado gris, pero aun así, un día malo solo dura 24 horas; con mucha seguridad el día siguiente vendrá cargado de luz y energía pero depende de uno mismo verlo así. Así que vive.