25 octubre 2015

Changes.

Siempre hablamos de ese tópico de que la gente no cambia y es cierto que la esencia de cada uno se mantiene, pero y en cambio a nuestros gustos? A nuestra forma de ver la vida?  A nuestros sueños?
Al final tal y como vivimos no nos queda otra que cambiar, que mejorar, que madurar, que aprender, que seguir soñando, que continuar.. Vivimos en un mundo sometido a cambios continuos, en el que tenemos que adaptarnos a la lluvia y luego al sol, a morirnos de calor y luego a no tener suficientes mantas o abrigos para quitarnos el frío.. Y aún seguimos diciendo que no cambiamos! Las cosas cambian en un segundo, minuto.. imaginemos lo que cambian las cosas en un mes o en un año.. Es tan sencillo como pararse a pensar en cosas que hicimos hace un año, en maneras de vestir, en situaciones, en sueños, incluso en ocasiones cambiamos el lugar en el que vivimos, las personas con las que nos relacionamos, cambiamos de teléfono, cambiamos de clase, trabajo.. Avanzamos, y avanzar en la vida es cambiar, es pensar, reír, soñar, vivir, volar, caminar, llorar, gritar.. Pero no siempre igual, no siempre por la misma razón ni al mismo lugar.

Por lo tanto, vamos a dejar de tener miedo a esos cambios que a veces son necesarios para dejar la rutina a un lado.. Vamos a seguir cambiando, pero por supuesto aprendiendo y mejorando.

22 octubre 2015

Ojalá.

Ojalá que llueva mucho, que borre todas las huellas habidas y por haber y se quede todo mojado para pasar a un mejor paisaje, que después de eso se abre el cielo y se ven mejor las montañas, la playa, o cualquier paraje, cuestión de gustos y del momento, supongo.
Ojalá que también haga viento y se lleve toda la tempestad de golpe y todo lo que no sirve en la vida, que se lleve las hojas que están en medio y los obstáculos que alguien nos puso en su momento.
Ojalá que todo eso lo vea a través de una ventana, balcón o cristalera gigante con una manta calentita, un montón de porquerías y un sinfín de películas.
Ojalá que dure poco, y cuando salga esté el sol de nuevo, aunque tengo claro que si dura más de la cuenta cogeré un abrigo y unas botas y saldré a bailar bajo la lluvia, porque a pesar de que siempre he preferido el verano, mis ganas de seguir adelante siempre están por encima de eso, de eso y mucho más. Porque tenemos que aceptar que los días grises forman parte del escenario, asumirlos y quererlos igual, aunque no dejar que duren más de la cuenta, por supuesto. De ellos aprenderemos a valorar las cosas que nos da la vida, que es mejor calidad que cantidad; Aprenderemos que después de la tormenta llega la calma, y que la calma a veces viene en forma de no parar porqué al final la vida pasa y no se para.